miércoles, 4 de abril de 2007

SONETO XVII


Muchas veces, las desgracias o los malos momentos que vivimos nos ayudan a darnos cuenta quienes son las personas que realmente nos quieren, quienes nos darán su hombro para llorar y nos apoyarán para que salgamos adelante...

Eso me pasó a mi, lo único positivo que rescato de todo lo que viví ultimamente es que pude darme cuenta que hay mucha gente que me quiere, me aprecia, y está dispuesta a estar a mi lado escuchándome, sosteniéndome, brindándome su oido, su mano, su hombro..

Una de esas personas, que ni siquiera conozco personalmente, se convirtió en este último tiempo en alguien muy importante en mi vida... Parece mentira cómo puede ser que alguien a quien no has visto nunca a los ojos, a quien nunca has abrazado, con quien nunca compartiste un mate o un cafe, pueda lograr que estes mejor; se preocupe por vos, te cuide, te quiera, te contenga estando a miles de kilometros, mucho mas que otras personas que tenes a tu lado...

Esta persona, me envió un poema de Pablo Neruda que nunca había leído.. un poema maravilloso, que me encantó y que me dio pie a publicar este post..


Soneto XVII

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

1 comentario:

Lost in Translation dijo...

ayyyyyyyy que lindo, que lindo!
pero estoy celosa! porque leo te escribe en tu blog y a mi ni bola jaajajaja (mentira, ya sabes que no)
leito a ver cuando nos dignamos a ahcer el blog como dios manda.
chau chau